Crepis pulchra es una de las especies de hierbas anuales de la familia Compuestas que forman capítulos de flores liguladas amarillas en lugares ruderales. En pleno desarrollo en primavera, Crepis pulchra muestra un porte esbelto que alcanza alrededor de medio metro de altura. El tallo es simple y tiene hojas solo en el tercio inferior y más arriba se ramifica en tallos largos y arqueados para formar un racimo de numerosos capítulos que se convierte en corimbo en su parte más alta. En cada ramificación del racimo se encuentra una pequeña bráctea lanceolada. Destaca por el número de capítulos en relación con el número de hojas. Las hojas basales son simples, peciolades y con margen pinnatífido o roído, más anchas en su mitad distal; en cambio, las hojas caulinares son menores, amplexicaules y menos roídas. Los capítulos son estrechos, de alrededor de 1 cm de altura, ligeramente más anchos en la base que arriba y protegidos por dos series de brácteas, las internas largas y las externas de la base mucho más cortas. A diferencia de Crepis sancta, los frutos en aquenio Crepis pulchra no poseen nunca alas laterales y están coronados por un vilano plumoso.
Crepis pulchra es una hierba de los márgenes de caminos, de los barbechos y de los huertos que aparece en lugares no demasiado soleados, a menudo en las orillas de las acequias de riego. No es tan frecuente en la comarca de Bages como las cerrajas (Sonchus tenerrimus, S.oleraceus) ni como Crepis sancta.
[fotos Jordi Badia]