El chotacabras gris (Caprimulgus europaeus) de las fotos y el chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis) -similar al gris pero de tamaño ligeramente mayor- son unos auténticos maestros del camuflaje. Posados en el suelo, inmóviles, con los ojos y la boca cerrados, son prácticamente invisibles, se confunden con las ramas y la hojarasca del suelo. Ambas especies se alimentan de insectos que cazan al vuelo durante el crepúsculo y al alba. También las dos especies son migrantes estivales que crían en la comarca de Bages poniendo los huevos directamente en el suelo, sin construir nido. El chotacabras gris cría especialmente en bosques claros, en casi toda Catalunya excepto en algunas comarcas del sur. El chotacabras pardo, amante de zonas más cálidas, normalmente se encuentra en zonas más soleadas de monte bajo o prados. El chotacabras pardo tiene el límite nordeste de su área de distribución europea en la comarca catalana de L’Empordà.
En la foto 1ª vemos a un polluelo. En la 2ª y la 3ª un ejemplar adulto con su característica postura inmóvil, perfectamente camuflado con sus colores marrón y gris idénticos a los de las hojas secas de pino y de los troncos depositados en el suelo, integrado en la hojarasca. La foto 4ª muestra los huevos puestos directamente sobre la hojarasca del suelo.
[fotos Jordi Badia (1ª), Florenci Vallès (2ª y 4ª) y Oriol Oms (3ª)]