Dos etapas en el proceso de sucesión vegetal, tan alejadas en el tiempo como cercanas en el espacio, comparten una imagen. Arriba, en el bosque, bajo las copas de los pinos carrascos crece el encinar denso. En esta etapa avanzada de la sucesión, cuando la encina y sus arbustos asociados se han establecido ya, poco futuro le queda al pinar. La parte inferior de la imagen, en cambio, está en una etapa incipiente de la sucesión en que jóvenes pinos carrascos hijos de los que se encuentran en el bosque colonizan el talud soleado donde quedan aún espacios libres y el suelo es pobre en nutrientes, inadecuado para la vida de las encinas y de la mayoría de plantas.
[foto Florenci Vallès]