El cerrillo (Hyparrhenia hirta ssp.pubescens) es una gramínea perenne, de porte alto y color verde claro matizado de amarillo o de color calabaza, propia de sitios muy soleados. El cerrillo se identifica por sus espigas geminadas de unos 25 mm de longitud, protegidas en la base por una bráctea común ancha y con punta ahusada, tan larga como las espigas y que fácilmente cae. La espiga está compuesta por espiguillas con una única flor fértil con glumas pilosas y con una arista acodada de unos 25 mm de longitud, más otra flor estéril.
Hyparrhenia hirta tiene 2 subespecies en Cataluña. H.hirta ssp.hirta es más vigorosa, su porte puede exceder el metro, las espigas forman entre ellas un ángulo muy abierto y las aristas de las flores miden entre 15 y 20 mm. H.hirta ssp.pubescens no es tan alta, suele medir alrededor de 50-60 cm, sus espigas forman un ángulo más cerrado y las aristas superan los 25 mm de longitud. En las comarcas de Bages y de Moianès, H.hirta ssp.pubescens es la subespecie más habitual.
En las comarcas de Bages y de Moianès, el cerrillo vive en las solanas con suelo pobre. Es una planta escasa en estas comarcas, aunque con potencial para prosperar gracias al cambio climático que ha eliminado los fríos rigurosos de los inviernos. Florece en abril y mayo. El cerrillo es una planta mediterránea capaz de formar prados sabanoides que, en lugares cálidos, se contraponen a la vegetación arbustiva baja de matorrales y tomillares.
[fotos Jordi Badia]