Reteporella sp. Briozoo queilostomado o quilostomátido procedente del Eoceno marino de la solana de la Golarda, cerca de La Coma (Monistrol de Calders, Moianès).
Los briozoos son un gran grupo de animales coloniales del bentos marino que fácilmente se pueden confundir con corales o con esponjas. Durante el Paleozoico tuvieron una gran expansión; pero al terminar el Paleozoico, al final del Pérmico, los grupos entonces dominantes de briozoos se extinguieron. El orden de los queilostomados apareció más tarde, durante el Cretácico Superior, y sigue siendo en la actualidad el grupo de briozoos más diversificado. Han sido descritas más especies de briozoos a partir del registro fósil que especies vivientes.
Las colonias de queilostomados segregan un esqueleto calcáreo. Reteporella grimaldii, presente en el fondo marino del litoral catalán hasta una profundidad máxima de 50 metros y conocido como encaje de Venus, ayuda a interpretar cómo eran y cómo vivían los Reteporella que se encuentran fósiles en el Eoceno marino de las comarcas de Bages y de Moianès. Las colonias de Reteporella grimaldii, de unos 10 cm de diámetro, están constituidas por un esqueleto calcáreo en forma de láminas onduladas de color naranja, similares a una patata chip aunque perforadas como un colador, dispuestas como los pétalos de una rosa de jardín o como un hongo gelatinoso del género Tremella, y fijadas por la base al sustrato. En estas láminas se integran los zooides que se alimentan de fitoplancton por filtración.
[fotos Jordi Badia (1ª) y Florenci Vallès (2ª)]