



Las fuentes de la Ruca están situadas cerca de la casa de la Ruca, propiedad la fundación Pere Tarrés y utilizada como centro de educación ambiental y casa de colonias de amplia capacidad, a media vertiente de la umbría de la Ruca o del torrente de la Font Nova que baja desde la loma de Calders por donde pasa la carretera N-141c hasta encontrar, a 200 metros por debajo, el arroyo de Malrubí en el tramo de la masía y la granja Berenguer. La casa y las fuentes de la Ruca pertenecen al término municipal de Avinyó, aunque los accesos son por Calders, por arriba saliendo de la carretera N-141c a la altura del restaurante Urbisol y bajando 1 km de pista en zigzag, o bien por Artés, por abajo, siguiendo la pista ancha, apta incluso para autobuses de escolares, que sigue el valle de Malrubí.
La existencia de fuentes en la umbría de la Ruca se debe a la presencia en su parte alta de una masa extensa de roca caliza con numerosas grietas y con una ligera inclinación hacia el norte. El agua se filtra y circula a través de las fisuras de la caliza hasta encontrar margas impermeables debajo que la conducen hacia una salida al valle.
La principal surgencia es la de dos minas excavadas durante la década de 1950 para captar agua (foto 1ª). A la salida de las minas, el agua es conducida hacia un depósito intermedio tapado (foto 2ª), desde el que se distribuye hacia las casas de la urbanización Urbisol y de la Ruca. Un rebosadero vierte el agua sobrante en un gran depósito circular, de 4 metros de altura por 15 metros de diámetro, descubierto, mucho más antiguo, construido durante los años de la guerra civil y conocido como el depósito redondo (foto 3ª). Junto al depósito debe encontrarse la fuente del Raig, actualmente cubierta por la vegetación. Alrededor del viejo depósito redondo se plantaron cipreses que, tratándose de árboles que soportan bien la sequía y el calor, malviven en esta umbría húmeda y fría (foto 4ª).
El emprendedor Alfons Fàbregas, quien había comprado la finca y la casa de la Ruca, mandó abrir las minas y puso en marcha una instalación para embotellar el agua. El agua de las minas y fuentes era bombeaba hacia el depósito de la fuente Nova, que se encuentra bastante más arriba, y de él a la casita de Ponça que estaba situada donde ahora se erige el restaurante Urbisol, para envasarla en garrafas de vidrio y comercializarla bajo la marca de agua mineral Vall Rucà. El suministro de agua a las casas del entorno aprovecha todavía parte de aquellas instalaciones, pero la aventura comercial del agua mineral Vall Rucà se sostuvo sólo entre los años 1957 y 1959.
[fotos Jordi Badia]