La aulaga morisca (Ulex parviflorus) es un arbusto genistoide totalmente erizado de espinas, similar a la aulaga o aliaga (Genista scorpius) pero más punzante aún. Las espinas de la aulaga morisca son densísimas, de unos 2 cm de longitud, a menudo algo arqueadas y una parte de ellas ramificadas en diversas puntas. Las espinas cubren la planta por entero hasta la base del tronco, donde los ejemplares de más edad cambian el color verde claro general por un marrón grisáceo, seco. La coraza de espinas convierte la aulaga morisca en un arbusto inexpugnable, inalcanzable. Las hojas son pequeñas y simples, caedizas, de manera que tallos y espinas son los encargados principales de la fotosíntesis. La aulaga morisca florece en pleno invierno; entonces cambia el aspecto vulnerante de las espinas por el amarillo luminoso de las abundantes flores papilionadas. El color de las flores de la aulaga morisca es amarillo limón, más claro que el amarillo anaranjado de la aulaga.
La aulaga morisca es una planta termófila, mediterránea, característica de matorrales soleados, en los que puede ser dominante en especial si la recurrencia del fuego o la intensidad de pastoreo han sido elevadas. La aulaga morisca penetra en el Bages sólo por los límites comarcales sur y sur-este, los territorios menos expuestos a fríos intensos.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª y 3ª) y Marta Queralt López Salvans (4ª)]