En su travesía de norte a sur por la comarca de Bages, los ríos Cardener y Llobregat son una continua sucesión de los conjuntos de esclusa, canal y salto de agua en una antigua fábrica textil. Son tantas y tan frecuentes las esclusas que desvían parte del agua hacia un canal que resultan escasos los tramos de río con su caudal íntegro; es más habitual que el caudal se reparta entre el río y un canal paralelo. En el Llobregat, la sucesión de conjuntos de esclusa, canal y salto en un fábrica textil alcanza desde la colonia Rosal en el Berguedà hasta Abrera en el Baix Llobregat, cruzando la comarca de Bages. La gran mayoría de estos complejos de esclusa, canal y fábrica fueron construidos durante el último tercio del siglo XIX, en tiempos de revolución industrial en Cataluña. Inicialmente, el salto de agua hacía girar una turbina que mediante un sistema mecánico de engranajes transmitía el giro al árbol vertical que atravesaba la fábrica y que movía los embarrados, los cuales a su vez y a través de correas accionaban los telares. Más tarde se instalaron turbinas hidroeléctricas y maquinaria eléctrica más diversa.
Las consecuencias de este aprovechamiento tan intenso de la fuerza motriz de los ríos son la interrupción frecuente de los ríos por esclusas y un caudal disminuido. A cambio, con todas las fábricas textiles cerradas desde decenios atrás o dedicadas a otros usos, muchas de sus minicentrales hidroeléctricas instaladas en el salto de agua siguen en funcionamiento e inyectando electricidad de origen renovable en la red eléctrica general.
A título de ejemplo, las imágenes muestran el canal de Antius (foto 1ª) y su tramo paralelo de río Cardener (foto 2ª), entre los municipios de Súria y Callús. Es frecuente que en temporada de sequía circule más agua por el canal que por el río.
[fotos Jordi Badia]