El arroyo de Calders serpentea en un profundo y sinuoso valle hundido en los sedimentos marinos del eoceno superior donde afloran numerosos fósiles, en una sucesión inacabable de meandros, desde Monistrol de Calders donde nace la confluencia de los arroyos de Golarda o de Marfà y de Sant Joan, hasta Navarcles donde desemboca en el río Llobregat. La cabecera del arroyo de Calders drena una amplia extensión de la mitad sud de la subcomarca de Moianès.
Las imágenes 1ª y 2ª muestran su curso medio, en el municipio de Calders. En la imagen 1ª, el arroyo alegre en su estado natural demuestra su capacidad erosiva en Bonveí. En la imagen 2ª, las aguas retenidas por una presa en el meandro de Rubió toman color verde por la abundancia de algas en período de sequía estival. En la imagen 3ª, la gran poza de la Colonia Jorba o El Manganell, ya en el curso bajo.
Un notable canal, construido entre los años 1903 y 1913 bajo los auspicios de Pere Jorba y Gassó, el fundador del imperio comercial Jorba de Manresa durante la primera mitad del siglo XX, recorre 5 esforzados quilómetros por la vertiente derecha del sinuoso valle, ya se colgado en la pendiente o en túneles excavados en la roca dura, desde la presa de Bellveí donde capta un caudal de 0,5 m3/segundo hasta la central hidroelèctrica Jorba II, cerca ya de la colonia fabril del mismo nombre, donde consigue un salto de 78 metros. La dificultad orográfica de construcción de este canal es testigo de la firme voluntad de los emprendedores de aquellos tiempos.
En otoño del 1994, una riada excepcional en el arroyo de Calders se llevó el bosque de ribera, puentes y hasta una persona en la Colonia Jorba.