Basuras tiradas por gente insensible y grosera roban belleza a los espacios naturales y afectan su fauna. Este hecho lamentable es especialmente frecuente en los márgenes de caminos y en los arroyos accesibles en coche.
A finales de verano, las pozas mayores y más visitadas de los arroyos suelen quedar llenas de envases, envoltorios y todo tipo de materiales ajenos a la naturaleza, precisamente aquí, en los puntos de agua en los que se concentra la fauna. En la imagen, una pesada caja fuerte lanzada a la poza del risco de Els Esparvers (= Los Gavilanes) del arroyo de Rajadell (Manresa).
Entidades altruistas organizan de vez en cuando sesiones de limpieza en algún tramo de arroyo o de río, añadiendo el buen ejemplo a la acción. Aunque más que esfuerzo de limpieza, para mantener los arroyos y sus alrededores limpios de basura hace falta esfuerzo de civilización.
[foto Jordi Badia]