La restauración por parte de Ercros SA de los terrenos que habían sido ocupados por la escombrera Nueva de Cardona se ha interrumpido, no avanza; el área se mantiene terrosa y desnuda tal y como se dejó en la primavera de 2021, pendiente todavía de ser revegetada.
Las condiciones edáficas del terreno previamente ocupado por la escombrera Nueva son muy malas. Acertadamente, el terreno se ha escalonado para contener la erosión. Pero en este terreno no hay suelo, ni natural ni tan solo un intento de tecnosuelo mediante el aporte de materiales externos que pueda suplir la ausencia de suelo natural y permitir el inicio de la colonización por parte de plantas. En la superficie del terreno han quedado las arcillas, margas y areniscas originales del sustrato geológico, removidas, trituradas y posteriormente superpuestas. No existe la consistencia adecuada, y menos aún la estructura, la materia orgánica y la fertilidad de un suelo en el que las plantas puedan arraigar. La pendiente dificulta el mantenimiento de cualquier suelo incipiente. Además, debe añadirse la salinidad que se mantiene en las partes más bajas del terreno. Por si no hubiera dificultad suficiente, la prolongada sequía de estos años ha sido muy contraria a la revegetación.
El estado actual del área de la escombrera Nueva de Cardona, con la tierra pobre y desnuda expuesta a los elementos, resulta muy vulnerable a la erosión por lluvias intensas. Es necesario impulsar la revegetación con la mejora de las condiciones edáficas y la hidrosiembra, especialmente en las pendientes entre los bancales de drenaje del agua; sino el área entera pronto se convertirá en una gran cárcava de erosión.
[foto Jordi Badia]