Adif, la gestora de infraestructuras ferroviarias, ha talado a mata-rasa, sin dejar un solo brote verde, la extensa vertiente de Polvorers sobre el río Cardener, frente al barrio de la Fábrica Blanca, en la entrada sur de Manresa. El área devastada es toda la vertiente comprendida entre el llano de Polvorers más allá de la torre de Santa Catalina por arriba y la vía de Renfe por abajo, el valle de Rajadell por el sur y la propia antigua fábrica de Polvorers por el norte. El destrozo cometido es total, apocalíptico.
Se trata de una vertiente orientada al nordeste, pendiente, rocosa, umbría y poco transitable que había escapado de la agricultura. Durante milenios había sido un refugio de plantas autóctonas, principalmente de arbustos como el jazmín silvestre, la cornicabra o la retama loca; un hotspot, un punto caliente de biodiversidad que funcionaba como banco de semillas que permitía la re-colonización de terrenos cuando la agricultura los dejaba libres. También era el escondite de pájaros que buscan la protección de la vegetación densa. Ahora todo ha terminado, aniquilado. No queda nada.
Toda la extensión arrasada está incluida en el espacio CBIM-036 del catálogo de Conjuntos Botánicos de Interés Municipal; por tanto se trata de un área en teoría protegida por el Plan Especial Urbanístico de Protección de Árboles y Arboledas de Interés Municipal de Manresa. Ver la ficha CBIM-036 – La Màquia de marfull, matabou i noguerola de les Obagues.
Sin la vegetación que amortigua la lluvia y que retiene el suelo entre las raíces, la erosión y la caída de piedras por esta vertiente ahora desprotegida están aseguradas. Tras la tala a mata-rasa, se instalan mallas metálicas y vallas para evitar que las piedras alcancen la vía. La operación en conjunto tendrá por objetivo la protección de la vía de la caída de piedras. En realidad, la vegetación densa protegía ya la vertiente, quizás con más garantías de las que puedan dar las mallas y vallas metálicas en esta vertiente rocosa y ahora completamente pelada. El resultado final de la intervención será una vertiente pelada, inestable, vacía, antiestética y artificial allá donde había existido un refugio de vegetación que mantenía la estabilidad sin ninguna intervención humana.
Parece ser que, después de los dos accidentes ferroviarios graves sucedidos en la línea entre Manresa y Terrassa, en Vacarisses y en Castellgalí, Adif tiene la imperiosa necesidad de demostrar que realiza mantenimiento a lo grande de la vía. Pero el resultado será probablemente contrario al perseguido; se conseguirá convertir una vertiente natural rocosa y relativamente estable a pesar de su pendiente en un talud inestable, como el que provocó el deslizamiento de tierras y posterior accidente en Vacarisses, y en el cual siempre se tendrá que actuar.
No nos engañemos; la tala de este espacio de naturaleza primigenia en Manresa es el equivalente a la tala de selva primaria amazónica en Brasil, Perú o Ecuador. Muy lamentable.
La foto 1ªmuestra la vertiente de Polvorers arrasada en toda su extensión, las fotos 2ª y 3ª muestran vistas parciales. (09.03.2019).