La lluvia continúa erosionando el suelo aún en parte desnudo, transcurrido ya un año del incendio en Cardona. El color marrón turbio de las aguas del arroyo de Valldeperes tras la lluvia constituye la prueba.
[foto Jordi Badia]
La lluvia continúa erosionando el suelo aún en parte desnudo, transcurrido ya un año del incendio en Cardona. El color marrón turbio de las aguas del arroyo de Valldeperes tras la lluvia constituye la prueba.
[foto Jordi Badia]