En el área de Talamanca quemada en el verano del 2005 se encuentran numerosos plantones de pino carrasco (Pinus halepensis), con el aspecto que muestran las imágenes tomadas 14 meses después de que los pinos progenitores muriesen por el fuego. La abundancia de plantones pronostica el restablecimiento de una densa pineda de pino carrasco.
En cambio, en la áreas quemadas de Balsareny y de Cardona y Serrateix, igualmente afectadas por sendos incendios durante el mismo verano del 2005 y donde existían pinedas mixtas de pino carrasco y negral (Pinus nigra ssp. salzmannii), no nacen nuevos plantones de pinos o son escasísimos.
[fotos Jordi Badia]