El castillo de Calders -del cual queda poco más que media torre- está situado sobre un cerro delimitado por un meandro abandonado del río Calders.
En el llano en primer término no se ve río ni riachuelo; el río Calders había circulado por él hace miles de años, posteriormente lo abandonó al cortar y atajar el camino por el terreno que queda detrás del castillo.
El castillo está basado sobre las calcáreas arrecifales de la Tossa, tan características de Calders. Solo un curso considerable de agua durante millones de años pudo erosionar esta calcárea tan dura hasta aislar el cerro. A la derecha de la imagen, el molino del Castillo sí queda cercano al curso actual del río.
A partir del meandro abandonado del Castillo, el río Calders circula profundamente encajado en un valle sinuoso, una sucesión de meandros muy pronunciados -éstos completamente vivos- hasta su confluencia con el río Llobregat en Navarcles.
[foto Jordi Badia]