Aladierna

Rhamnus alaternus

La aladierna (Rhamnus alaternus L.) es un arbolito perennifolio y dioico que a menudo tiene forma arbustiva. Generalmente no supera los 4 m de altura, pero puede alcanzar los 6 m. Pertenece a la familia de las ramnáceas, y se conoce también con los nombres de aladierno, carrasquilla, mesto y sanguino, entre otros.

Las hojas viven unos dos años; son coriáceas, relucientes, elíptico-lanceoladas o lanceoladas y de distribución alterna; miden 1-6 cm de largo; no tienen pelos y tienen el peciolo corto, algunos dientecillos en el margen (no siempre), el anverso de color verde intenso, el reverso de color verde pálido y los nervios no translúcidos y bastante resaltados en el anverso. Si las hojas se miran a contraluz, se ve una estrecha orla translúcida que tienen en el margen.

Las flores son pequeñas (diámetro de unos 3 mm), olorosas y de color amarillo verdoso, y están agrupadas formando pequeños racimos que nacen en la axila de las hojas. No tienen corola y tienen el cáliz dividido en 5 lóbulos lanceolados. Las masculinas tienen los lóbulos reflejos y 5 estambres, mientras que las femeninas tienen los lóbulos erguidos y un solo pistilo. Los frutos son drupas levemente ovoides y tóxicas para los humanos, que miden de 4 a 5 mm de diámetro, presentan 2 o 3 surcos superficiales y tienen 2-5 huesos (generalmente 3) que contienen sendas semillas. Cuando maduran, primero se vuelven rojos y después negros. Las semillas tienen un surco que contiene una estructura rica en lípidos la cual desempeña un papel importante en la dispersión mediante las hormigas. Florece de febrero a mayo y es polinizado por insectos. Los frutos maduran principalmente en verano.

La aladierna es una planta muy variable en función de las condiciones climáticas y edáficas. La variedad balearica es una mata pequeña, de menos de 1 metro de altura, que arraiga a las fisuras de las rocas calizas, tiene las ramas muy tortuosas y suele crecer tendida en el suelo. Tiene las hojas y los frutos más pequeños, y las inflorescencias con pocas flores.

Resiste perfectamente el frío que puede llegar a hacer en el Bages y el Moianès, tolera bastante la sombra, resiste bien las sequías y es indiferente a la naturaleza química del suelo en cuanto al carbonato de calcio.

La corteza es laxante, y las hojas son astringentes. Las ramas y las hojas son ricas en taninos, por lo que se han utilizado para curtir pieles. La madera es dura, densa y homogénea, y desprende un olor desagradable. Es buena para la tornería y la ebanistería, y se ha usado para hacer pequeños objetos, como peines, a menudo como sustituta de la de boj. Actualmente, la aladierna se utiliza principalmente en reforestación y jardinería. Es muy adecuada para hacer vallas, debido a su follaje persistente y porque soporta bien las podas.

Es originario de las tierras de clima mediterráneo del sur de Europa, el norte de África y el extremo suroeste de Asia, donde vive principalmente en maquias, pinares y encinares poco densos. Se ha naturalizado en la isla de Gran Canaria, Crimea, California y Nueva Zelanda. En Australia, donde se introdujo como arbusto de jardín, se ha convertido en una planta invasora especialmente en el área costera del sudeste. En el Bages y el Moianès es una planta frecuente. Abunda especialmente en el Pla de Bages y su entorno cercano.

La aladierna se asemeja al agracejo (Phillyrea latifolia L.), y no es extraño encontrar ambas especies creciendo una al lado de la otra. Es fácil distinguir la aladierna del agracejo teniendo en cuenta que esta última especie tiene las hojas opuestas y no tiene los nervios prominentes en el anverso ni una orla translúcida en el margen de las hojas.

En la imagen 1ª, un ejemplar masculino en flor, con flores con 5 estambres fértiles; en la 2ª y la 3ª, ejemplares femeninos cargados de frutos.

[fotos Florenci Vallès (1ª i 2ª) y Jordi Badia (3ª)]