Almendro

Prunus dulcis

El almendro (Prunus dulcis), conocido también como almendrero y, especialmente en los ejemplares asilvestrados, con el nombre de allozo, es el árbol cultivado productor de las almendras. El nombre genérico Prunus se corresponde con el nombre latino que tenía el ciruelo en época romana. Dulcis significa dulce.

Origen
Un estudio genético del año 2010 aporta argumentos sólidos para considerar que Prunus fenzliana es el antepasado silvestre del almendro cultivado. Prunus fenzliana, el almendro caucásico, es originario de regiones montañosas de Armenia, Azerbaiyán, Turquía, Irán y Turkmenistán situadas en altitudes de entre 1400 y 3500 metros. Se cree que el inicio del cultivo del almendro tuvo lugar en la parte oriental de la cuenca mediterránea hace unos 8000 años. Probablemente fue introducido en la península Ibérica por los fenicios hace poco más de 3000 años.

Descripción
Árbol caducifolio de crecimiento medianamente rápido que no suele superar los 10 m de altura. La copa tiene forma de cúpula irregular poco densa.
El tronco suele ser sinuoso y suele ramificarse a poca altura. La corteza inicialmente es lisa y de color ceniza, pero cuando envejece se agrieta longitudinalmente de manera poco profunda y se vuelve de color marrón oscuro.
Las hojas son caducas y simples, y están en disposición esparcida. Su limbo es estrechamente lanceolado y acabado en punta, mide 7,5-12,5 cm de largo, tiene el margen finamente dentado y no tiene pelos. El peciolo hace unos 2,5 cm de largo y tiene 1-3 glándulas.
Las flores son blancas o rosadas y nacen en gran cantidad antes de que salgan las hojas. Pueden ser solitarias o formar grupos de 2-4 unidades. Tienen un diámetro de 3-5 cm, y presentan 5 sépalos, 5 pétalos separados, numerosos estambres y un pistilo con ovario súper. Son polinizadas por insectos, por lo que la producción de almendras se ha visto perjudicada por el declive mundial de las poblaciones de abejas de la miel. La floración normalmente tiene lugar de enero a marzo. En el Bages los almendros suelen florecer en febrero. Su blanca floración hace resplandecer el paisaje invernal, pero no anuncia el final del frío. La imagen 1a muestra la blancura de un campo de almendros en el que a su floración se suma la del tapiz herbáceo de rabanizas blancas (Diplotaxis erucoides).

Los frutos son drupas elipsoidales alargadas de carne seca y tacto aterciopelado que miden  3-6 cm de largo. Tienen un solo hueso que suele contener una sola semilla denominada almendra, pero a veces contiene dos. Cuando los frutos son inmaduros, se denominan almendrucos (imagen 4ª). Cuando están maduros, el hueso queda al descubierto porque su cubierta exterior se seca y se abre. Normalmente maduran durante agosto y septiembre.

Propagación
Aunque se puede reproducir por semillas, las variedades cultivadas son propagadas por estaca o por injerto.

Utilidad
Se cultiva desde la antigüedad por sus semillas comestibles, y tiene una gran importancia económica. Actualmente hay muchas variedades de almendro. Las almendras amargas se utilizan en la elaboración del amaretto, un licor italiano. En el año 2018, el 58% de las almendras del mundo se produjeron en California. El Estado español es el segundo del mundo en producción de almendras. También son grandes productores Irán, Marruecos, Turquía, Italia y Australia. En Cataluña, la mayor parte de las almendras se producen en las comarcas de Tarragona y en las de Lleida (fuera de la zona pirenaica, con la excepción del sur del Pallars Jussà). El área de cultivo del almendro está limitada por las heladas tardías que dañan el fruto incipiente.

Toxicidad
Hay almendros con almendras que son amargas porque contienen una alta concentración del glucósido amigdalina, el cual está presente en muchas otras plantas. Esta sustancia también se encuentra en las semillas de albaricoque, de melocotón, de ciruela y de manzana. Asimismo, está presente con concentraciones muy bajas en las almendras dulces. La amigdalina es tóxica porque libera cianuro de hidrógeno cuando es digerida. Gracias a su amargura y su toxicidad, actúa como defensa química contra los animales fitófagos.

Requerimientos ambientales
Es un poco exigente en cuanto al agua. En el Bages, aunque es un árbol de secano, a menudo pierde mucha hoja en verano si no es regado. No tolera muy bien la sombra y resiste el frío intenso, pero, como florece en invierno, es fácil que sus almendrucos se dañen debido a las heladas tardías.

¿Donde hay en el Bages?
Es frecuente en las tierras destinadas al cultivo de secano. No es raro encontrar almendros nacidos espontáneamente a partir de semillas. De estos almendros donde hay más es en las proximidades de algunos tramos de las carreteras principales y de las autovías. El cultivo del almendro en el Bages ha perdido la importancia económica que tuvo durante buena parte del siglo XX, pero todavía quedan muchos almendrales bien cuidados y numerosos ejemplares diseminados, por lo que su valor en el paisaje humanizado se mantiene.

La imagen 1ª muestra la blanca floración de un campo de almendros, la de las copas de los almendros más la de las rabanizas (Diplotaxis erucoides) en el suelo, la 2ª unos almendros al pie de la montaña de Collbaix, la 3ª y la 4ª los detalles de la flor, la 5º el fruto, el almendruco, y la 6ª la corteza del tronco.

[fotos Florenci Vallès (1ª, 2ª, 5ª y 6ª) y Jordi Badia (3ª y 4ª)]