La arveja filiforme (Lathyrus filiformis es una hierba perenne de la familia papilionáceas que, sin flor ni legumbres, fácilmente pasará desapercibida, confundida con las gramíneas del prado. Su nombre filiformis se refiere a las hojas compuestas de un número par de folíolos estrechos, de hasta 60 mm de longitud por solo 2-3 mm de anchura. Las hojas son por tanto paripinnadas con 2-4 pares de folíolos y un mucroncito que alarga el raquis -no un zarcillo como en la arveja silvestre (Lathyrus latifolius)– y con un pecíolo corto decorado con un par de estípulas lanceoladas. De la axila de algunas hojas nace un pedúnculo largo con unas cuantas flores orientadas hacia un mismo lado. Estas flores tienen corola azul violeta, de tono más intenso en el estandarte que en la quilla, lo que les da un especial atractivo. La legumbre es linear y glabra, de 4-6 cm de longitud.
La arveja filiforme es una especie rara en los prados de la comarca de Bages, en la que parece escoger las áreas de mayor altitud, en particular la de Moià y sus tierras vecinas de Collsuspina.
[foto Jordi Badia]