La arveja o arvejana silvestre o basta (Lathyrus latifolius) es una hierba de la familia papilionáceas, trepadora y con aspecto portentoso.
Hay que prestar atención para discriminar entre tallos, estípulas, pecíolos y folíolos, ya que todas las partes aéreas y vegetativas de la planta convergen hacia una forma plana y alargada, con nerviación longitudinal y verde, dedicada a la fotosíntesis. Los tallos y los pecíolos son alados, de unos 4-8 mm de anchura. De este pecíolo nacen tres folíolos, los dos laterales de unos 10-15 cm de largo por 2-3 cm de ancho y el central transformado en un zarcillo ramificado que le ayuda a escalar por encima de otras plantas. En la inserción del pecíolo se encuentran un par de estípulas foliares, similares a los folíolos, aunque de 3-6 cm de longitud. La arveja silvestre destaca aún más en junio, cuando está en flor. En la axila de las hojas superiores sale un pedúnculo largo y robusto que levanta un racimo de 8-12 flores con pedicelos cortos, papilionadas, de unos 2 cm de tamaño y color rosa intenso. El legumbre será similar al de la planta del guisante.
La arveja silvestre vive en prados húmedos y en zarzales. En la comarca de Bages, la arveja silvestre es una planta común en los herbazales del fondo de los valle.
[fotos Just Serra (1ª) y Jordi Badia (2ª y 3ª)]