La arveja, veza o alverja (Vicia sativa ssp.sativa) es una hierba trepadora de la familia papilionáceas, de tamaño notable a pesar de su ciclo anual.
Posee hojas compuestas pinnadas, con 3-8 pares de folíolos ovados u obovados de unos 5 mm de anchura y claramente mucronados, terminadas en un zarcillo ramificado. En la axila de las hojas nacen 1 o 2 flores con pecíolo muy corto, grandes, de color púrpura violáceo y la inconfundible morfología de las flores papilionadas. Estas flores darán lugar a una legumbre de hasta 70 mm de longitud por 10 mm de ancho con 5 – 12 semillas redondeadas en su interior, las vezas o arvejas propiamente dichas, que solían alimentar a las palomas.
La arveja se cultiva actualmente con las finalidades de planta forrajera y de enriquecimiento del suelo en la rotación de cultivos porqué, al ser una planta papilionácea o leguminosa, sus raíces tienen nódulos con bacterias simbióticas del género Rhizobium que incorporan nitrógeno. En cambio, el consumo de sus semillas, las vezas, ha caído en desuso en paralelo a los palomares.
La arveja no es tan solo una planta cultivada; se encuentra también espontánea en márgenes de caminos y linderos frescos donde crezcan las hierbas.
En la comarca de Bages existe igualmente la arveja silvestre (Vicia sativa ssp.nigra) cuyo porte es menor, sus folíolos estrechos con los lados paralelos y las legumbres igualmente menores. El adjetivo subespecífico nigra de la arveja silvestre se refiere al color púrpura oscuro de la quilla de la corola. Ambas subespecies son abundantes y se distinguen con facilidad.
[fotos Montserrat Porta y Jordi Badia]