La barbajas o escorzonera (Scorzonera laciniata) es una hierba de la familia compuestas, perenne y de hasta medio metro de altura, que saca capítulos grandes, solitarios o ramificados desde muy abajo, sostenidos por un pedúnculo largo y un involucro también largo, cilíndrico y grueso. El involucro consta de brácteas triangulares, anchas e imbricadas, teñidas de púrpura en los márgenes. Se ven más estas brácteas que las flores de lígulas amarillas que solo se asoman por el centro del involucro que no osa abrirse por ser demasiado largo. Pero a la madurez el capítulo pierde la vergüenza y sí se abre totalmente hasta adoptar el porte de una esfera de 6-7 cm de diámetro con los frutos dispuestos radialmente. Los frutos son aquenios estriados de más de 1 cm de longitud, engrosados en su mitad inferior y con un elegante plumero sésil en la punta. Las hojas son casi pinnatisectas, con segmentos estrechos. Este carácter de hojas laciniadas le da el nombre científico S.laciniata y la distingue de congéneres –S.angustifolia, S.hispanica– con hojas simples.
El género cercano Tragopogon se identifica por el involucro de brácteas estrechas, tan largas o más que las lígulas de las flores, y dispuestas a modo de estrella.
La barbajas es una planta común en prados secos algo humanizados.
El nombre popular escorzonera, el catalán «escurçonera» y el científico Scorzonera, establecido por Linné, recuerdan que la raíz gruesa, cubierta de escamas grises por fuera y blanca por dentro, dulce y comestible de la escorzonera se había prescrito para curar las picaduras de víbora -en catalán «escurçó»- o de otros animales venenosos. Es otro caso de aplicación de la fantasiosa teoría del signo, ya que la raíz de la escorzonera tiene un parecido superficial con una víbora o «escurçó».
[fotos Jordi Badia]
- Ver el artículo Teoria del signe, en catalán, de Jordi Badia.
- Flora de Bages – Herbario de P. Font Quer.