El cárabo (Strix aluco) es una rapaz nocturna, un ave del orden estrigiformes, de tamaño medio, menor que el búho real y mayor que un mochuelo. Su cuerpo es redondeado con la cabeza igualmente redonda, sin mechones. Posee una cara bien delimitada, un disco facial de plumaje más claro con una línea oscura que baja vertical de la frente hasta el pico de color de hueso y ojos grandes y oscuros. El plumaje combina de manera abigarrada y disruptiva marrón y blanco, dominando el marrón en el dorso y el blanco en la parte ventral. Sus patas son potentes con garras afiladas. Las hembras son de mayor tamaño que los machos.
El cárabo vive en los bosques. Se refugia en agujeros de árboles viejos, aunque también puede aprovechar construcciones o cajas nido. Caza principalmente micromamíferos e insectos grandes, sin ser muy selectivo.
El cárabo tiene comportamiento discreto; de día suele pasar desapercibido, camuflado junto a la corteza del tronco al que se arrima, mientras que de noche se oye su aullido uh-uh-uh, triste y fantasmagórico.
En la comarca de Bages, las poblaciones de cárabo deben haber menguado con la desaparición de masas forestales altas con los extensos incendios de las décadas de 1980 y 1990.
[fotos Jordi Badia, de ejemplares en cautividad en el Zoo del Pirineo]