La centinodia o corregüela de los caminos (Polygonum aviculare) es una hierba anual que habitualmente prospera sobre terrenos pisados.
A partir del cuello de la raíz saca tallos rastreros, aunque puede haberlos también levantados. Las hojas tienen tendencia a la disposición opuesta, son casi sésiles y con limbo lanceolado de margen entero y tamaño muy variable, de 0,5 a 5 cm, las menores de forma redondeada, las mayores mucho más estrechas. En la base de las hojas posee una vaina foliar membranosa y translúcida o blanquecina que envuelve el tallo, la ócrea, característica de las plantas de la familia poligonáceas. Las flores son pequeñas y poco conspicuas; nacen sin pedúnculo, solitarias o en grupitos en la axila de las hojas. Cada flor consta de una sola envoltura constituida por 5 piezas ligeramente soldadas, verdes en la base como sépalos y blancas o rosadas en su margen exterior como pétalos; en el interior se encuentran 5-8 estambres y un pistilo que, al fructificar, se convertirá en una núcula con 3 aristas longitudinales. Este fruto seco se mantiene viable en el suelo durante años.
Gracias a la involuntaria ayuda humana, la centinodia se ha convertido en una especie urbana y cosmopolita.
[fotos Jordi Badia]