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Cephalanthera longifolia es una orquídea ampliamente distribuida, aunque no suele ser abundante. Sus hojas son largas y estrechas, tan largas las de la base -donde a diferencia de muchas otras orquídeas no forma roseta- como las caulinares que se elevan en disposición dística por el tallo. La inflorescencia es poco densa; suele tener entre 10 y 20 flores blancas sin ninguna bráctea en la inserción del pedúnculo. Los sépalos son agudos, mientras que los pétalos son más cortos y obtusos, con el labelo manchado de amarillo en su parte exterior o epiquilo. Inicialmente sépalos y pétalos están cerrados en forma de campana que llegará a abrirse completamente.
El blanco puro de las flores y la ausencia de brácteas diferencia Cephalanthera longifolia de C.damasonium, cuyas flores son de un blanco cremoso y posee brácteas en la inflorescencia, y de C.rubra con flores rojas.
Cephalanthera longifolia vive principalmente en prados submediterráneos.
[fotos Jordi Badia]