

Chironomus plumosus es la especie por excelencia de la extensa familia de nematóceros de la familia de los quironómidos (Chironomidae), algunas de cuyas especies se conocen en fase adulta como mosquitos de enjambre y, no forzosamente las mismas, en fase de larva como gusanos de sangre.
El adulto de Chironomus plumosus tiene aspecto de un mosquito de 10-14 mm, con las alas más cortas que el abdomen y, sólo los machos -como el ejemplar de las imágenes- las antenas muy plumosas. Carece de aparato bucal picador. En la punta del abdomen se observan un par de apéndices cortos. Las patas son largas, aunque menos que las de las típulas.
Chironomus es un género extenso, con especies difíciles de discriminar. Esperamos haber acertado en la identificación del ejemplar de las imágenes como Ch.plumosus, la especie del género Chironomus más citada en la península Ibérica.
Las larvas de los quironómidos son más conocidas que los adultos. Las larvas de Ch.plumosus son unos gusanos de color rojo vivo, conocidos como gusanos de sangre, que viven en el fondo de balsas de aguas quietas y eutróficas. Su contenido en hemoglobina les permite vivir en ambientes prácticamente anóxicos. Las larvas de Ch.plumosus son alimento para muchas especies de peces, hasta el punto de que se venden en el mercado como alimento para peces de acuario.
A veces, miles de quironómidos emergen a la vez en tramos de aguas tranquilas de ríos y emprenden el vuelo en enjambre. Pese a la espectacularidad y preocupación que suelen despertar los enjambres de mosquitos quironómidos, no tienen ninguna incidencia en la salud pública.
[fotos Jordi Badia]