El cornejo (Cornus sanguinea) es un arbusto frecuente en el zarzal, el robledal y la olmeda.
Los tallos y las hojas antes de la caída en otoño toman color granate.
Sus flores son numerosas, pequeñas y de color blanco, tetrámeras u ocasionalmente pentámeras, con sépalos y pétalos soldados y los estambres alternando con los pétalos. El ovario es ínfero, compuesto por entre 1 y 4 carpelos. Las flores se agrupan en inflorescencia en corimbo. La floración se da entre mayo y junio.
Los frutos son una drupas pequeñas, de color negro brillante cuando maduran en agosto. No son comestibles a causa de su gusto amargo.
El mosquito Craneiobia corni le produce unas cecidias en las hojas.
[fotos Jordi Badia (1ª y 2ª), Florenci Vallès (3ª) y Xavier Adot (4ª)]