Cortinarius caerulescens es una seta que, en el pico de la temporada, puede ser muy abundante en los encinares de Montserrat y de Mura. Se identifica por su sombrero violáceo vivo y reluciente y forma convexa mientras es joven, pero que al envejecer a partir del centro vira a ocre o marrón claro y a forma plana. El sombrero totalmente extendido mide unos 10 cm de diámetro y queda casi por completo de color ocre apagado, con solo ligeros matices violáceos en el margen. También las láminas empiezan en tono azulado y derivan rápidamente hacia el ocre. El pie, en cambio, es blanco y posee un engrosamiento en la base, más manifiesto en los ejemplares jóvenes.
El género Cortinarius es muy extenso. Su nombre se refiere a la cortina o velo parcial que cubre las láminas antes que el sombrero se abra. Esta tenue cortina se deshace rápidamente; se encuentra solo en las setas aún en fase de crecimiento. En los ejemplares adultos suele quedar un rastro en el color del pie, ya sea como estrías oscuras allá donde se insertaba el velo o en dos tonos de color, más claro arriba, en la parte alta que el velo cubría. Además, los cortinarios se caracterizan por la base del pie hinchada y con un reborde marcado. No tienen interés culinario.
Otras especies de Cortinarius son cercanas y se parecen a C.caerulescens . Entre las más comunes, se distingue C.purpurascens por su pie violáceo, C.calochrous por su menor tamaño, un matiz rojizo y el bulbo del pie notable y C.elegantissimus por el tono amarillo azufre.
[foto Jordi Badia]