Crepis setosa

Crepis setosa

Crepis setosa es una hierba anual de la familia de las compuestas que fácilmente pasa desapercibida, camuflada entre otras especies más frecuentes que también florecen en capítulos de flores liguladas amarillas. El adjetivo específico setosa indica su carácter más destacado: la planta posee setas rígidas pero no punzantes, de unos 2 mm de longitud y color claro, en los tallos y especialmente en las brácteas involucrales y en las hojas donde se disponen en el margen y en el nervio central que sobresale en el envés.

Las hojas son sésiles, pinnatífidas y poco regulares, con el lóbulo terminal largo y dentado que ocupa más de la mitad del limbo y lóbulos laterales estrechos, el primer par de los cuales se convierte en unas orejitas agudas que abrazan el tallo. Los tallos alcanzan alrededor de los 50 cm de altura; son estriados, poco ramificados abajo y bastante más arriba donde forman racimos de capítulos con pedúnculos de longitudes desiguales. El involucro de los capítulos mide 8-10 mm de altura y algo menos de anchura. Las brácteas son estrechas y están ordenadas en dos hileras: una hilera externa de brácteas cortas, cóncavas y abiertas, y una hilera interna de brácteas más largas y dispuestas en empalizada vertical protegiendo el capítulo. Las lígulas amarillas, y más tarde los vilanos blancos, sobrepasan poco la altura de las brácteas. El fruto es un aquenio muy estrecho y fino, prolongado en un pico que termina en un vilano blanco.

Crepis setosa se encuentra en viñedos y en márgenes de caminos. Lo hemos observado en el Pla de Bages y está citado en la comarca de Moianès, pero no en la parte occidental de la comarca de Bages. Crepis setosa parece haber penetrado en el centro de Cataluña proveniente del noreste en tiempo relativamente reciente, ya que no se menciona en la Flora de Bages de Pius Font i Quer publicada en 1914.

[fotos Jordi Badia]