El dactilo o dáctilo (Dactylis glomerata) es una gramínea perenne que alcanza 1 metro de altura, muy común en los márgenes y en los prados soleados.
El dactilo se reconoce por su panícula de hasta 15 cm de longitud, de contorno vagamente triangular en un solo plano, constituida tras varias ramificaciones por espiguillas casi sésiles de 2-5 flores pequeñas, dispuestas muy densas. La aglomeración de espiguillas que no se individualizan si no se dobla el eje de la panícula, y de flores en las espiguillas, justifica el adjetivo específico glomerata. Sin embargo, suelen quedar tramos desnudos en la parte baja del eje de la panícula, que se acortan y desaparecen a medida que se gana altura. El eje de la panícula es plano, aunque no recto sino algo sinuoso. Las espiguillas y las flores se orientan en él unilateralmente, de modo que la panícula muestra por un lado las flores y por el lado opuesto muestra mayoritariamente pedicelos. La panícula puede tener matices granate o violáceo como contrapunto del verde. Las glumas y los lemas de las flores tienen forma elíptica, a menudo pilosidad fina, y, además, los lemas terminan en un mucrón de 0,5 mm que no llega a poder llamarse arista. Las anteras de los estambres son de color amarillo pálido. Las imágenes muestran la panícula de dactilo en floración. En la fructificación, los pedicelos laterales se dirigen hacia arriba dejando la panícula comprimida.
El dactilo es un forraje apreciado por los rebaños. La ganadería ha favorecido la expansión del dactilo convirtiéndose por una parte en una especie con distribución muy extensa, y por otra en una especie polimorfa con numerosas variedades de alcance poco claro que se diferencian por la forma de la panícula.
[fotos Jordi Badia]