El eléboro fétido (Helleborus foetidus) es una hierba grande con la base ligeramente lignificada, persistente durante todo el año y que denota un aspecto primitivo. Pertenece a la família ranunculáceas. Las hojas del eléboro fétido están divididas en un número variable de segmentos lanceolados, dispuestos en posición casi palmada. Progresivamente estas hojas compuestas se convierten en brácteas florales simples. Toda la inflorescencia tiene un color verde pálido homogéneo, con la excepción sólo de un posible ribeteado rojizo en el borde de las brácteas o de los sépalos. Las flores, de piezas grandes y aparentes, nacen en posición péndula. Constan de un solo verticilo de normalmente 5 tépalos libres, cerrados primero en campana -como se ve en la imagen- pero que se abrirán al fructificar, de nectarios que corresponden a pétalos transformados, de numerosos estambres y de 2 a 5 carpelos soldados por la base que se transformarán en folículos.
El eléboro fétido vive en robledales y en vertientes umbrías de las sierras. Su floración es muy temprana, aprovechando la luz en el sotobosque cuando los árboles aún no han sacado sus hojas nuevas. El eléboro fétido es una planta muy tóxica -quizás la más tóxica de las plantas espontáneas de la comarca- y de olor desagradable que los animales herbívoros rehúyen.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª y 3ª) y Marta Queralt López Salvans (4ª)]