El epítimo, cabellera de tomillo o barbas de ajedrea (Cuscuta epithymum) es una planta de la familia convolvuláceas que vive parásita sobre otras plantas. A menudo se considera la familia cuscutáceas, con Cuscuta como género único, cercana aunque diferenciada de las convolvuláceas.
El epítimo aparece como un revoltijo de filamentos rojizos de 1 mm de diámetro, como cabellos enmarañados sobre la planta hospedante a la cual penetran per medio de haustorios para extraerle la savia. En algunos puntos de los filamentos se forman glomérulos de flores pequeñas, con corola blanquecina o rosada, simpétala, como una campanilla abierta en 5 (4) lóbulos agudos. Las semillas son minúsculas y con buena capacidad de dispersión. El epítimo no posee hojas, ni raíces, ni clorofila; no las necesita en su vida parásita. El ciclo vital del epítimo es anual.
El epítimo parasita muchas especies distintas de plantes, con preferencia marcada por las matas pequeñas de ambientes secos, entre ellas las más habituales son el tomillo (Thymus vulgaris), como en las fotos 4ª y 5ª y como indican su nombre popular epítimo y el adjetivo específico epithymum, y la ajedrea (Satureja montana), como muestran las fotos 1ª, 2ª y 3ª y nos indica su nombre popular barbas de ajedrea.
Se han descrito diversas subespecies y variedades de Cuscuta epithymum, difíciles de diferenciar. El epítimo es una planta frecuente en la comarca de Bages. Otra especie de Cuscuta procedente de América, C.campestris, con filamentos más gruesos de color anaranjado, ocasiona plagas en los campos de alfalfa (Medicago sativa).
La tradición escatológica atribuye al epítimo las virtudes de ser laxante y de estimular la secreción biliar para aligerar restreñimientos y flatulencias.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª, 3ª y 4ª) y Florenci Vallès (5ª)]