El fresno (Fraxinus excelsior) es un árbol de la familia de las oleáceas que puede llegar a los 40 metros de altura. Tiene el tronco normalmente recto y la copa densa, en forma de cúpula más o menos alargada. La corteza joven de este árbol es lisa y gris, pero al envejecer se fisura. Las ramas son ascendentes. Las ramillas son gruesas, están punteadas de lenticelas blancas y su disposición es opuesta. Las yemas son grandes, achaparradas y negras. A lo largo de las ramillas hay pares de yemas opuestas y, en el extremo, 3, las 2 laterales más la apical.
Las hojas del fresno son caducas y compuestas imparipinnadas, miden 20-30 cm de largo, normalmente tienen 9-13 foliolos -aunque pueden tener tan sólo 7- y están en disposición opuesta. Presentan tan sólo algunos pelos en los nervios del envés. Los foliolos miden (2,5)5-11 cm de largo y (1)1,5-3 cm de ancho, son estrechamente ovados o lanceolados, tienen la base normalmente más o menos redondeada y acaban en punta. No tienen peciólulo y su margen es dentado, con los dientes dirigidos hacia el ápice, más numerosos que los nervios laterales y con los entrantes entre ellos rectilíneos y estrechos. Están dispuestos de forma opuesta y su color es verde oscuro brillante en el haz y más pálido en el envés. En otoño, las hojas pueden cambiar a color amarillo más o menos amarronado antes de caer, pero a menudo se desprenden todavía verdes.
Las flores son pequeñas y de color púrpura, que se vuelve amarillo cuando se abren las anteras. No tienen cáliz ni corola y se encuentran agrupadas en panículas densas que aparecen antes que las hojas sobre las ramillas crecidas el año anterior. Pueden ser hermafroditas o unisexuales. Cuando tienen pistilo, éste es único y, si presentan estambres, tienen 2. La floración se produce de marzo a mayo. La polinización tiene lugar mediante el viento. Los frutos son sámaras lanceoladas de 2,5-5 cm de longitud. Están constituidas por una semilla alargada y un pericarpo membranoso que se expansiona formando un ala delgada cuya función es la dispersión por el viento. Las sámaras inicialmente son de color verde claro y adquieren un tono castaño claro cuando maduran en otoño. Persisten en el árbol tras la caída de las hojas.
El fresno es bastante exigente con respecto a la humedad del suelo, tolera medianamente bien la sombra, resiste perfectamente las temperaturas bajas y es indiferente a la naturaleza química del suelo con respecto al carbonato de calcio. Se propaga por semillas y, artificialmente, por esquejes. Su crecimiento es rápido y no acostumbra a vivir más de 150 años.
Su madera, de color amarillo pálido rosado, es muy dura, muy elástica y de densidad media o alta. Se utiliza en ebanistería (chapas, pavimentos) y en tornería (mangos de herramientas, trineos, aparatos de gimnasia, tacos de billar). Las hojas constituyen un buen forraje para el ganado. Tradicionalmente se han utilizado como alimento de reserva para el invierno, pero este aprovechamiento es cada vez más infrecuente. Se han usado también en medicina como laxante y diurético.
Es una especie propia de los bosques caducifolios húmedos de Europa, dónde crece sobre los suelos ricos en nutrientes. En la zona sur de su área de distribución coincide con el fresno de hoja pequeña (Fraxinus angustifolia), una especie muy similar al fresno, frecuente en los bosques de ribera de la comarca de Bages. La existencia de individuos con características intermedias entre las dos especies hace sospechar una probable hibridación. Para distinguir fácilmente Fraxinus excelsior de Fraxinus angustifolia hay que fijarse en el color de las yemas y en los dientes de los foliolos. En la comarca de Bages, tan solo se considera autóctono en el Moianès (zona noreste) y en el parque natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. Los fresnos de Montserrat se consideran subespontáneos, descendientes de fresnos plantados en el monasterio.