Orobanche gracilis, conocida popularmente con el nombre de gallos, pertenece a la familia de las orobancáceas, que está formada por plantas herbáceas holoparásitas -que no hacen la fotosíntesis y obtienen todo su alimento de otra planta (el hospedante o huésped)- o hemiparásitas -que realizan la fotosíntesis y a la vez parasitan al hospedante. Las orobancáceas tienen unas raíces especializadas -los haustorios- que se introducen dentro de las raíces del hospedante para quitarle el alimento. El género Orobanche comprende tan sólo hierbas holoparásitas perennes o anuales conocidas popularmente con el nombre de jopos.
Orobanche gracilis parasita al escobizo (Dorycnium pentaphyllum), entre otras papilionáceas. Es una especie perenne, que en la época del año desfavorable tan sólo mantiene viva la parte subterránea -es, por lo tanto, un geófito. Mide 15-30(60) cm de alto y tiene los tallos más o menos engrosados en la base. Es muy variable tanto con respecto al color como en lo referente a la pilosidad. Puede ser totalmente amarilla o más o menos roja, y puede estar cubierta de pelos glandulosos o presentar pocos pelos. Sus hojas miden 7-15(20) mm de largo, son ovadas o lanceoladas i sólo se encuentran en la parte inferior. En la parte superior están las flores, que nacen en la axila de sendas brácteas lanceoladas que miden 10-20 mm de largo. Las flores se abren de mayo a agosto, huelen a clavo de especia i se disponen formando espigas terminales. Presentan un cáliz formado por dos segmentos, en general bífidos, y una corola simpétala que mide 15-25 mm de largo y es ligeramente más larga que el cáliz, presenta lóbulos denticulados y ciliados, y tiene una forma arqueada que recuerda una capucha. Tienen cuatro estambres libres que están soldados a la corola y un pistilo con el estigma bilobulado y de color amarillo rodeado de púrpura. El fruto es una cápsula que contiene centenares de semillas diminutas que son dispersadas por el viento y mantienen la capacidad de germinar durante mucho tiempo.
Vive en los prados secos y los matorrales, principalmente en suelos calcáreos, y tiene un área de distribución que comprende Europa meridional y central, la región del Cáucaso y zonas de Marruecos y de Argelia.
Es una planta astringente considerada tóxica para el ganado.