La garza imperial (Ardea purpurea) es un ave que alcanza los 80 cm de altura y 140 cm de envergadura alar, y que tipifica perfectamente el modelo de aves acuáticas de porte esbelto, patas largas y cuello igualmente largo y sinuoso, agrupadas bajo la familia ardéidos. La garza imperial se parece mucho a la garza real (A. cinerea). El menor tamaño y en especial el tono pardo rojizo, elegante, de su plumaje permiten distinguir la garza imperial de la real.
Mientras que la garza real puede encontrarse durante todo el año y que de ella existe como mínimo una colonia de cría en la comarca de Bages, la garza imperial es un migrante transahariano que, en estas tierras, aparece sólo de paso entre marzo y octubre.
La garza imperial no es tan abundante como la real, ni se aprecia ningún crecimiento de su población. Suelen verse ejemplares solitarios en ambientes acuáticos, ya sea sobrevolando ríos o arroyos, protegidos en el interior del carrizal o cerca del agua a la espera de una presa.
La garza imperial se alimenta de peces, ranas e invertebrados.