La gayuba (Arctostaphylos uva-ursi) es un arbusto de la familia ericáceas, de tan solo uno o dos palmos de altura porque adopta forma prostrada, con sus ramas tortuosas extendidas como una alfombra, a menudo sobre las rocas. El aspecto de la gayuba recuerda al del rododendro de las landas y bosques subalpinos, aunque no llega a la misma altura. Las hojas son coriáceas, persistentes, de unos 3 cm de longitud y forma obovada, es decir, más anchas y redondeadas en el extremo apical y atenuadas hacia la base, con el pecíolo cortísimo.
Las flores son unas delicadas campanillas blancas con matices rosados o verdes, que en verano se habrán transformado en un fruto esférico, rojo y con consistencia farinácea.
La gayuba en Cataluña ocupa dos áreas disjuntas: por una parte se encuentra en las landas y bosques subalpinos del Pirineo axial, abundante, por ejemplo, en el macizo de Canigó; por otra, se localizada en las sierras del Pre-pirineo y en las montañas del sur del sistema pre-litoral catalán, en particular a las sierras de Prades y Montsant.
En la comarca de Bages la gayuba es rarísima, se encuentra tan solo en Montserrat y aún con unos pocos ejemplares restringidos en la parte alta y central de Sant Jeroni, Ecos y Montgròs. El hecho es sorprendente, ya que la gayuba es habitualmente abundante y con gran capacidad de colonización en sus localidades. A pesar de que la gayuba no es nada representativa de la flora comarcal, merece un espacio en el web El medi natural del Bages por su localidad histórica de Montserrat.
El alto contenido en taninos de las hojas de la gayuba había estimulado su uso en el curtido de pieles.
[fotos Albert Pujolar (1ª), Jordi Badia (2ª y 3ª) y Marta Queralt López Salvans (4ª)]