Hierba de los canónigos

Valerianella eriocarpa

La hierba de los canónigos (Valerianella eriocarpa) es una hierba anual característica de los pequeños prados que aparecen con las lluvias de primavera en lugares con suelo escaso.

Con propiedad, el nombre vulgar de hierba de los canónigos se refiere a la especie Valerianella locusta, una planta cercana que se había cultivado en los huertos de los conventos y que se come en ensalada como la lechuga. Por extensión, el nombre de hierba de los canónigos se aplica también a cualquier especie del género Valerianella, entre ellas a V.eriocarpa. Para evitar confusiones, aquí utilizaremos los nombres científicos.

Valerianella eriocarpa posee algunas hojas basales de las que salen tallos que alcanzan poco más de un palmo de altura. Los tallos son relativamente gruesos, a menudo de color rojizo y, sólo en lo alto, de sección cuadrangular con pequeños aculéolos sobre las aristas, orientados hacia abajo para contribuir a mantener el tallo alzado. Los tallos se ramifican en cima bípara, es decir con una rama principal o ligeramente más larga que la otra, no exactamente de forma dicotómica. Las hojas son sésiles, de limbo oblongo de 20-30 mm de longitud por 5-10 mm de ancho, con el margen entero o con algunos dientes o algunos entrantes irregulares. Las hojas son más o menos pilosas, principalmente en el margen. Estas hojas se disponen opuestas y muy separadas. El patrón de cima bípara de las ramas se repite en los glomérulos florales, pero en ellos los pedicelos se han acortado hasta casi desaparecer. Las flores constan de un cáliz con una base globosa con pelos erizados hacia arriba más una corona formada por 6 dientecillos o sépalos desiguales, una delicada corola radiada de color blanco, rosado o con un matiz lila que se abre en 5 pétalos redondeados, 5 estambres y un ovario ínfero. El fruto queda envuelto dentro del cáliz, con los pelos o aculéolos que ayudan a la dispersión y con la corona.

Existen otras especies de Valerianella espontáneas en las comarcas de Bages y Moianès, todas ellas de ciclo anual y difíciles de distinguir. La especie que más fácilmente se identifica es Valerianella locusta, la auténtica hierba de los canónigos, por sus flores de color azul celeste.

[fotos Jordi Badia]