





La hierba del halcón (Hypochoeris [= Hypochaeris] radicata) es una hierba perenne de la familia compuestas, característica de los prados húmedos y de los bordes algo umbríos de los caminos forestales.
La hierba del halcón posee hojas sólo en roseta basal. Estas hojas tienen forma runcinada de entre 5 y 20 cm de longitud y con entrantes poco profundos, son gruesas y, especialmente, híspidas debido a pelos gruesos, translúcidos y en su mayoría curvados. Estos pelos híspidos son más abundantes en el margen, sobre el nervio central que sobresale por el reverso, y en el anverso donde al emerger forman una pústula en la superficie de la hoja. Del centro de la roseta surgen tallos largos, de más de medio metro, muy poco ramificados, verdes, poco estriados y con pelos híspidos concentrados en la parte baja. Los tallos tienen de vez en cuando alguna hoja vestigial minúscula, similar a las brácteas de los capítulos. Estos tallos terminan en un capítulo solitario de unos 3 cm, protegido por brácteas triangulares más largas que anchas, dispuestas de manera poco regular, de tamaño creciente de abajo a arriba, con costados blanquecinos, punta rojiza y erizadas también de pelos híspidos principalmente en el margen. Las flores son amarillas, todas liguladas. Las lígulas terminan en un dentado y en su reverso se colorean del mismo matiz rojizo que el ápice de las brácteas. El fruto es un aquenio largo y estrecho, con costas longitudinales resaltadas, que continúa en un pico aún más largo culminado por un vilano plumoso.
La hierba del halcón vive en prados frescos con tierra fértil, a menudo cerca de acequias y canales de riego, sin mostrar exigencias ecológicas estrictas. La hierba del halcón es una planta extensamente distribuida pero no especialmente abundante.
Las hojas de la hierba del halcón son comestibles igual que las de achicoria (Cichorium intybus) o las de escarola (Cichorium endivia), aunque con un punto de gusto amargo.
[fotos Jordi Badia]