Laurel

Laurus nobilis

El laurel (Laurus nobilis) es un arbusto grande y frondoso, del tamaño de un árbol pequeño aunque con ramificación arbustiva, con hojas lanceoladas, duras, planas y persistentes. El porte característico del laurel, a mitad de camino entre árbol y arbusto, muy hojoso y con las hojas perennes, planas y coriáceas, adecuado a selvas templadas como las de la región macaronésica, establece el patrón de arbusto laurifolio que se repite en el madroño (Arbutus unedo), en el durillo (Viburnum tinus) y en el aligustre de China (Ligustrum lucidum).

Las hojas del laurel se disponen esparcidas, tienen el pecíolo corto y el limbo entero, lanceolado de 6-10 cm de longitud por 1,5-2,0 cm de anchura y ápice agudo. Las hojas de laurel se reconocen además por su característico aroma agradable, que se aprecia mejor al romper la hoja.

El laurel es una planta casi dioica, con flores masculinas y femeninas con diseño común y con algunos ejemplares cuya adscripción a uno u otro sexo no es completa. Las flores poseen 4 tépalos de color blanco marfil que, en el caso de las flores masculinas, envuelven en su interior entre 8 y 14 estambres, cada uno con dos nectarios en la base del filamento y con dos anteras que se abren por una tapa inclinada como una ventana de tejado para liberar el polen, y, en el caso de las femeninas, 4 estambres rudimentarios que no son funcionales más un pistilo. Las imágenes 1ª y 2ª muestran una ramita de un pie masculino y el detalle de las flores masculinas con sus estambres, mientras que las imágenes 3ª y 4ª muestran una ramita de un pie femenino y el detalle de las flores femeninas con su pistilo. La presencia de una sola envoltura floral y el número variable de estambres en las flores masculinas denota que se trata de una flor primitiva. En efecto, la familia de las lauráceas es una de las más antiguas entre las Angiospermas dicotiledóneas. El fruto es una baya negra, parecida a una aceituna, que madura en invierno (foto 5ª).

Las ramas hojosas del laurel se utilizan para coronar al emperador o al vencedor, siguiendo la tradición romana, y para recibir la bendición el domingo de Ramos, siguiendo la tradición cristiana. Bajo un punto de vista práctico, una hoja de laurel, o una pizca de hojas secas y trituradas, se incorporan a los guisos para aromatizar. Por una u otra razón, para alejar maleficios o por placer estético, las casas de campo catalanas suelen mantener un laurel.

Actualmente es imposible discernir con exactitud el área de distribución original del laurel en el Mediterráneo, antes de que fuera favorecido por el hombre. Parece ser originario del Mediterráneo Oriental y del norte de África. En Cataluña, y en particular en la comarca de Bages, sería una especie subespontánea que se aleja poco de los lugares donde ha sido plantada. El laurel se mantiene aisladamente en lugares moderadamente húmedos y con temperaturas mínimas invernales poco frías. En la comarca de Bages, el laurel se encuentra en jardines y patios de casas de campo y esporádicamente en rincones húmedos principalmente de la mitad sur, en particular en Montserrat y en el bosque de ribera del Cardener en Can Poc Oli (Manresa). Con el cambio climático, y visto el crecimiento de los laureles plantados en jardines en Manresa, el laurel podría ampliar su área de distribución hacia el interior.

[fotos Florenci Vallès (1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 6ª) y Jordi Badia (5ª)]