La manzanilla (Matricaria recutita) es muy popular por sus reconocidas propiedades tranquilizantes y digestivas cunado se toma en infusión. Se trata de una planta anual de primavera, pequeña, a veces muy abundante en campos de cultivo, márgenes o bordes de caminos. Sus flores se agrupan en margaritas de hasta 3 cm de diámetro con lígulas exteriores blancas y estrechas, flores tubulosas, amarillas en el centro y un receptáculo cónico y agudo, vacío en su interior por lo que se aplasta con facilidad. Al cortar con tijeras por el centro un capítulo se observa su receptáculo vacío. A menudo diversos capítulos se agrupan en el extremo de un tallo.
El perfume de los capítulos de la manzanilla es intenso e inequívocamente agradable. Estos capítulos se utilizan para preparar infusiones, y también en medicina y en cosmética como antiinflamatorio. Cuidado en no confundir la manzanilla, la auténtica, con la manzanilla bastarda (Anthemis arvensis), de aspecto muy similar pero con el receptáculo macizo y casi sin olor, ni con la manzanilla de los campos (Anacyclus clavatus), cuyas margaritas son mayores y con el receptáculo plano, y sus hojas y tallos son de un verde azulado o grisáceo.
[fotos Jordi Badia]