El martagón (Lilium martagon) es una planta de elegancia innata, especialmente cuando está en flor en el mes de julio. Pertenece a la familia liliáceas, de la cual podría tomarse como prototipo. El tallo esbelto, de hasta un metro de altura, nace de un bulbo basal. A niveles muy separados de este tallo se disponen verticilos de 5 a 10 hojas lanceoladas, sin pecíolo y con nervios paralelos, típicas de las monocotiledóneas. El tallo está rematado por un racimo poco denso de grandes flores, de 5 a 6 cm de diámetro cada una, encaradas hacia abajo por un pedúnculo curvo. La flor consta de 6 tépalos idénticos, pilosos en la cara exterior, de color rosado punteado de púrpura en su cara interior, parcialmente enrollados hacia atrás para abrir totalmente la flor. Del centro emergen 6 estambres de anteras anaranjadas y unidas al filamento por su dorso, y un estilo largo. Con el tiempo el pedúnculo se enderezará, de manera que el fruto se mantiene erguido.
La distribución del martagón comprende la parte septentrional de la península Ibérica y la mayor parte de Europa, coincidiendo con el área de distribución de los bosques caducifolios. Vive especialmente en los pisos montano y subalpino. Más raro, el martagón alcanza también lugares húmedos de las áreas submediterránea y mediterránea, como la comarca de Bages, donde se localiza en la umbría de Montserrat y en algunos puntos más de vegetación bien conservada. El martagón en flor es un espectáculo en la penumbra del bosque.
[fotos Marta Queralt López Salvans (1ª), Jordi Badia (2ª, 3ª, 6ª, 7ª y 8ª) y Consol Pons (4ª y 5ª)]