El mirlo acuático (Cinclus cinclus) es el único representante en Europa de la familia de las cínclidas, un grupo de aves formado sólo por cinco especies parecidas, todas del mismo género. Las cínclidas son las únicas paseriformes que, por las adaptaciones que presentan, se pueden considerar realmente acuáticas, porque tienen un plumaje denso que impermeabilizan y lubrifican con las secreciones de la glándula del obispillo -la denominada glándula uropigial- tal como hacen los patos, pueden cerrar las aberturas nasales y las auditivas, y tienen la superficie de los ojos plana como la de unas gafas de bucear.
El mirlo acuático es un pájaro robusto, de colores oscuros, babero blanco y cola corta, que podremos observar realizando movimientos rápidos sobre las piedras de ríos y arroyos de aguas limpias, con un caudal que sea bastante regular. Actualmente, en Cataluña este tipo de cursos sólo son fáciles de encontrar en las montañas, que es precisamente donde más abunda el mirlo de agua. Tiene una habilidad sorprendente para andar y nadar bajo el agua. Nada batiendo las alas como si volara y busca los invertebrados de los cuales se alimenta, en especial insectos, removiendo los guijarros del fondo con las patas. Es un pájaro sedentario que, empujado por el frío y el hielo, a veces realiza cortos desplazamientos hacia las partes más bajas de los ríos.
En la comarca de Bages, el mirlo acuático se encuentra habitualmente tan solo en la zona norte, aunque en invierno se le puede ver en otras partes de la comarca.
[fotos Jordi Badia (1ª) y Oriol Oms (2ª)]