El narciso de los poetas (Narcissus poeticus) es una hierba de los prados montanos que en primavera saca una flor de belleza estelar que, inevitablemente, despierta la sensibilidad por la naturaleza, el arte y la poesía, como un renacimiento del clasicismo.
El narciso de los poetas pertenece a la familia amarilidáceas. Posee un bulbo subterráneo, perenne, de donde nacen las hojas largas y estrechas, de unos 20-40 cm de longitud por 1 cm de anchura, y el tallo central hasta unos 50 cm que culmina en una flor solitaria, orientada hacia un lateral para abrirse en vertical o ligeramente péndula. Esta flor tiene una membrana papirácea que envuelve un tubo periántico largo y estrecho, con el ovario ínfer en la base y girado hacia un lado, 6 tépalos de un blanco puro, de 2-3 cm de longitud cada uno, muy abiertos y como dibujados a compás, una corona central corta, de solo 2-3 mm, de color amarillo pálido con el margen ribeteado de naranja y, dentro de la corona, 6 estambres y el estilo. La flor exhibe una perfecta simetría radiada, equilibrada y atractiva.
El narciso de los poetas es una hierba de los prados de siega de los valles pirenaicos. El Principado de Andorra ha adoptado el narciso de los poetas como flor nacional. En la comarca de Bages el narciso de los poetas es conocido en una sola localidad del municipio de Moià, en el límite con la comarca de Osona, descubierta por Carlos Requena en primavera del 2014. Hay que descartar la citación antigua del narciso de los poetas en el macizo de Montserrat, que no ha podido ser nunca confirmada. El narciso de los poetas en la comarca de Bages es pues una auténtica rareza, aunque una flor tan bella merece ser reseñada.
[fotos Carlos Requena (1ª y 2ª) y Jordi Badia (3ª)]