Narciso

Narcissus assoanus

El narciso amarillo (Narcissus assoanus) es una planta humilde, pequeñita y delicada, con unas flores olorosas de color amarillo brillante que aparecen profusamente en abril sobre los suelos más escasos.

El narciso amarillo nace de un bulbo enterrado que se mantiene de un año al siguiente. Las hojas son todas basales, cilíndricas de un máximo de 20 cm de longitud por 3 mm de diámetro. Los tallos son similares a las hojas, con la diferencia de que terminan en una flor o en un grupito de 2 o 3 flores en umbela con una bráctea papirácea que envuelve la base del pedúnculo o pedúnculos. Aparentemente, las flores poseen una sola envoltura floral de simetría radiada, un perianto amarillo consistente en un tubo de 12-18 mm que después se abre perpendicularmente en 6 pétalos dispuestos como una flor de lis heráldica; pero si se examina al detalle se observa que en realidad se trata de 2 verticilos de 3 pétalos cada uno, el exterior que corresponde al cáliz con los supuestos pétalos ligeramente más anchos, y el interior que corresponde a la corola con pétalos ligeramente más estrechos y que soportan en el centro una corona en forma de copa. En el interior de la corona se ven las anteras amarillas de los 2 verticilos de 3 estambres cada uno, y un único estigma que el estilo une con el ovario ínfero, elipsoidal, situado debajo del tubo periántico y que se transformará en una cápsula. Las flores se orientan de manera particular: el pedúnculo vertical forma un codo en la punta superior para mantener el ovario y el tubo de la flor en horizontal y, en consecuencia, sus pétalos en vertical; además, las flores de una misma planta se orientan con elegancia mirando todas hacia el mismo costado, como un ramillete.

El narciso amarillo es especialmente abundante en los rellanos y cimas de Sant Llorenç del Munt i l’Obac y de Montserrat.

[fotos Jordi Badia]