La nueza (Bryonia cretica ssp.dioica [= B.dioica]) es una hierba voluble de la familia cucurbitáceas, la de la calabaza y el calabacín, la sandía y el melón. Posee una raíz napiforme, gruesa y perenne que le proporciona una capacidad de crecimiento portentosa para renovar cada temporada el tallo verde, delgado y trepador. Las hojas se disponen esparcidas, con un zarcillo enrollado como un muelle para sujetarse a los arbustos que nace de la axila de cada una de ellas. Las hojas tienen un pecíolo delgado de longitud variable y un limbo palmado, de hasta 10 cm, de contorno pentagonal con entrantes profundos. Las flores masculinas y femeninas salen en individuos distintos. Ambas tienen una corola simpétala compuesta por 5 pétalos verde claro. Las masculinas -como la que muestra la imagen 2ª- son mayores, se agrupan en racimos más numerosos y llevan 5 estambres; las femeninas, más escasas y pequeñas, se distinguen al formar pronto una baya verde que pasa a rojo al madurar.
La nueza es una planta tóxica, en particular sus bayas. Por este motivo la nueza posee aplicaciones farmacológicas y un uso tradicional peligroso.
La nueza crece en todo tipo de terrenos moderadamente húmedos. Su distribución es azarosa, muy común en algunas zonas como el valle del Llobregat en Els Tres Salts (Manresa, Sant Fruitós, Talamanca) y ausente en otras.
[fotos Jordi Badia]