La pipa (Ganoderma lucidum) es una curiosa seta que crece sobre raíces muertas y ramas caídas, o cerca de tocones. Consta de un sombrero redondeado o arriñonado de color caoba reluciente por arriba, como si estuviera lacado, más intenso del lado donde tiene el pie y en círculos concéntricos progresivamente más claro hasta formar una banda externa blanca. Este color rojizo o caoba se oscurece en los ejemplares más viejos. El sombrero tiene debajo un himenio, perfectamente delimitado, de poros muy finos y densos, blanco cuando es joven, grisáceo a la vejez. El pie es excéntrico y del mismo color caoba que el sombrero. De ahí deriva su nombre popular de pipa ya que tanto la forma -aunque variable- como el color y la consistencia recuerdan a una pipa de fumador.
La pipa vive de la madera de diferentes árboles, con preferencia por la de encina. Se encuentra desde finales de verano hasta finales de otoño. Su carne es firme y seca, de manera que, una vez la seta arrancada, puede conservarse durante mucho tiempo como motivo ornamental.
Actualmente se investiga acerca de sus propiedades farmacológicas.
[fotos Jordi Badia (1ª) y Marta Queralt López Salvans (2ª)]