Polia nebulosa es una polilla de la extensísima familia Noctuidae, una especie más de polilla de tamaño medio y tonos grises que resultan crípticos cuando Polia nebulosa se encuentra en el medio natural pero no cuando, atraída por la luz, se pone sobre superficies artificiales.
Polia nebulosa mide unos 5 cm de envergadura alar. El cuerpo es grueso y piloso, los ojos negros y las antenas simples. En reposo adopta un posado triangular con las alas anteriores tapando parcial o totalmente las posteriores. Las alas sobrepasan el extremo plano del abdomen. Las alas anteriores muestran una maraña de tonos grises más o menos oscuros, y líneas transversales a la vez sinuosas y angulosas como un tejado de tejas. En esta maraña se diferencian en cada ala dos círculos oscuros en posición discal, el más cercano a la costa con el margen claro y el otro con el margen oscuro, y, más allá en posición postdiscal, una forma de riñón también perfilada de tono oscuro. En el área submarginal hay una línea quebrada en sierra y en el área marginal una sucesión de marcas oscuras en punta de flecha. Las alas posteriores tienen color gris claro o beige uniforme, con las nerviaciones resaltadas y fimbrias claras en el margen. Las patas son ajedrezadas de gris claro y oscuro.
La hembra pone huevos de color blanco perfectamente ordenados como las baldosas de un pavimento hexagonal o las celdas de un nido de avispas en el reverso de una hoja de una planta que le sirva de alimento. De los huevos nacerán orugas que al crecer tendrán color marrón claro con líneas negras oblicuas en los lados y la cabeza anaranjada. Estas orugas se alimentan de una gran variedad de plantas, entre ellas muchas de las familias rosáceas y salicáceas.
La distribución de Polia nebulosa se extiende por toda Eurasia, desde la península Ibérica hasta Japón.
[foto Jordi Badia]