Rosa sempervirens

Rosa sempervirens

Rosa sempervirens es un rosal silvestre trepador que se identifica fácilmente en invierno porque, a diferencia de las demás especies de rosal espontáneas en las comarcas de Bages y Moianès, sus hojas son perennes. A pesar de su neologismo en español de rosa mosqueta común y de su nombre en catalán “roser englantiner”, Rosa sempervirens no es la verdadera rosa mosqueta (R.rubiginosa [= R.eglanteria]) cultivada y de cuyos frutos se extrae el aceite de rosa mosqueta utilizado en cosmética.

Rosa sempervirens es una liana punzante, propia de zarzales. Sus hojas son compuestas, con estípulas estrechas largamente soldadas en la base del peciolo y 5 folíolos de tamaño creciente de abajo a arriba, de forma elíptica con la punta aguda y los márgenes finamente dentados. En comparación con los de otras especies de rosales silvestres o escaramujos, los folíolos de Rosa sempervirens son más rígidos y su color verde en el haz es más intenso y brillante. Los tallos llevan aguijones falciformes, súbitamente ensanchados en la base, a menudo de color rojizo. Además, los tallos, estípulas, pedúnculos, sépalos y receptáculos florales más los frutos en los que se transformarán poseen pelos híspidos y glandulosos. Las flores tienen pétalos blancos con un escote que delimita dos lóbulos redondeados. Los sépalos son enteros o poco dentados y caen en la fructificación. El fruto es un cinorrodon rojo y globoso, de aproximadamente 1 cm.

Rosa sempervirens se distribuye en Cataluña por las comarcas litorales y prelitorales. Entra en la comarca de Bages por Monistrol de Montserrat, donde la hemos observado en el torrente de Les Guilleumes; pero por ahora no lo hemos encontrado más al norte.

Rosa sempervirens puede confundirse con el rosal almizclero (R.moschata), una especie de rosal cultivada por su olor almizclado y ocasionalmente subespontánea, de origen incierto, cuyas hojas son también perennes.

[fotos Jordi Badia]