El sauce cenizo (Salix cinerea ssp.oleifolia [= S.atrocinera ssp.oleifolia]) puede crecer hasta el tamaño de un arbolito, pero mantiene porte arbustivo. Pertenece al género Salix que agrupa los sauces, de la familia salicáceas. Se trata de un típico integrante de los bosquecillos de ribera que acompañan los arroyos.
Como ocurre en todas las salicáceas, existen sauces cenizos machos y hembras. Las flores se forman en inflorescencias compactas, masculinas o femeninas según los ejemplares, denominadas amentos. Los amentos tienen forma ovoide, miden unos 2 cm, se disponen erectos sin pedúnculo y tienen un tacto muy suave debido a una densa pilosidad blanca. En catalán, el sauce cenizo se denomina gatell, que significa gato pequeño, por recordar la suavidad del pelo de un gatito. Las flores son muy simples; las masculinas constan de una bráctea con dos estambres y las femeninas de una bráctea con un pistilo como un botellín. La polinización la realizan las abejas, los insectos audaces que primero salen a volar cuando es aún invierno. Las fotos 1ª y 2ª muestran los amentos masculinos del sauce cenizo cargados de polen en febrero y marzo.
Las hojas son obovadas, o sea más anchas en su mitad apical, de unos 4-8 cm de longitud, con margen crenado, pecíolo corto, verdes en el anverso y de un tono azulado grisáceo -del que se deriva el nombre de sauce cenizo- en el reverso en el que resaltan los nervios. En el punto de inserción del pecíolo se encuentran unas pequeñas estípulas verdes, redondeadas.
A finales de abril o principios de mayo, una vez las hojas están ya bien desarrolladas, los ejemplares hembra liberan las semillas entretejidas en una pilosidad algodonosa blanca (fotos 3ª y 4ª). En la comarca de Bages, el sauce cenizo es más característico de los arroyos que no de los bosques de ribera de los ríos principales.
[fotos Jordi Badia (1ª, 3ª y 4ª) y Florenci Vallès (2ª)]