El tártago (Euphorbia lathyris) es una lechetrezna bianual de gran porte que se había cultivado en las casas de campo por su formidable propiedad purgante a la que se refiere el nombre popular catalán cagamuja, y que actualmente se encuentra espontánea en bosques de ribera.
Toda la planta es glauca y lampiña. Los tallos són cilíndricos con el interior hueco, de color verde o matizados de rosa, simples hasta la parta alta donde se ramifican al formar inflorescencias. Alcanzan alrededor de 1 metro de altura. El tramo de tallo simple por debajo de las inflorescencias posee hojas sésiles, estrechamente lanceoladas de 10-15 cm de longitud, con márgenes enteros y el nervio medial blanco y ancho. Estas hojas se disponen por pares opuestos que se cruzan a 90º al subir de nivel, con lo que, vista la planta por encima, sus hojas se ordenan en 4 hileras (foto 1ª). Por encima, en el tramo de las inflorescencias, las hojas se transforman en brácteas más cortas y anchas. De la flor poco aparente se forma una cápsula globosa de 2 cm de diámetro, constituida por tres partes delimitadas por surcos longitudinales, las cuales a su vez quedan partidas en dos por un surco menos marcado. La cápsula contiene 3 semillas.
Son precisamente estas semillas la parte de la planta que más se había utilizado como purgante, aunque también se elaboraban píldoras de tártago impregnando harina con látex de tártago y añadiendo un recubrimiento de cera o miel para evitar la irritación en la boca y en la garganta al tragarlas. La práctica de la purga de tártago ha caído en desuso.
En la comarca de Bages, hemos observado el tártago naturalizado en bosques de ribera del Llobregat en Sant Fruitós de Bages, del Cardener en Súria y de la Gavarresa en Avinyó.
[fotos Jordi Badia]