La zanahoria silvestre (Daucus carota ssp.carota ) es una hierba normalmente bienal, típica representante de la familia umbelíferas, muy común en prados y bordes de caminos.
Avanzada la primavera, saca un tallo de un máximo de 1 m de altura que lleva hojas compuestas, divididas repetidamente hasta conseguir segmentos linear-lanceolados muy pequeños. La floración es tardía como la de tantas otras umbelíferas; tiene su punto álgido en agosto. Saca umbelas compuestas de entre 5 y 10 cm de diámetro, con un invólucro de brácteas divididas en segmentos lineares, como patas de araña, en la base de los radios. En fase de floración (fotos 2ª y 3ª), las umbelas son planas y extendidas, coronadas por una multitud de pequeñas flores blancas de pétalos asimétricos, tanto mayores cuanto más al exterior de la umbela están situados. En el centro de la umbela suele aparecer una única flor de color caoba o negro, estéril, que simula un insecto para atraer a otros.
En fase de fructificación (fotos 5ª y 6ª), los radios se juntan cerrando la umbela. Estos frutos están erizados de pinchos débiles para adherirse al pelo de los mamíferos y favorecer la diseminación.
En invierno, la zanahoria silvestre se seca totalmente, quedando tan solo la raíz gruesa -aunque no tanto como la de la variedad seleccionada de cultivo (Daucus carota ssp.sativus)- y de color blanco y quizás alguna hoja basal.
[fotos Florenci Vallès (1ª) y Jordi Badia ( 2ª, 3ª, 4ª, 5ª y 6ª)]